No es el ambiente de las casas burguesas de vacaciones
No sé cómo vestirme ni cómo pensar dentro de mí, ni cómo comportarme con los otros; las horas, los sucesos y los hábitos, cosas que querría destruir, vuelven a atraparme en su movimiento; y aquello que pospongo de un día para otro, que no sé lo que es, pasa siempre lejos de mí. Sin embargo, siento una gran ligereza en el corazón, y soy muy ligero en lo que se refiere a la carne; incluso los pensamientos son ligeros y han perdido el vacío que les daba ese dejo tan triste en Bolonia.
Fragmento de una carta a Franco Farolfi de Pier Paolo Pasolini, 1940.