Estúpidos vecinos
Tengo una pared indiscreta
altavoz de la comunidad
mis vecinos deben coger en silencio
secretan en secreto, debajo de la cama
Ahora mismo lo escucho comer papas
mientras ella tal vez le da un buen sexo oral
o bebe de un biberón o se come una paleta de hielo
sonidos retráctiles como un prepucio
pero más breves
Religiosamente la saluda cuando llega
timbra la campana de su bicileta y entona
'Hola amoooor' con una vocecita angustiosa
por imbéciles así la televisión triunfa
ella, por supuesto, se moja de emoción
En las tardes puedo oler la comida que ella prepara
esta noche les robé la luz
de día veo sus más intimas prendas colgadas
escucho sus tetas rebotar mientras lava sus sabanas
fuerte, contra el lavabo de piedra
como quien quiere borrar la sangre del sudario
o el pecado seminal en una funda de almohada
Detesto a mis vecinos en su cotidiana felicidad
porque escucho su rutina robótica
casi puedo palpar su dependencia por un insípido romance
que conforme se llena más vacío me deja
que conforme sucede
me tiene a la expectativa en las gradas
es el partido más aburrido
un empate a ceros
en un estadio sin salidas
Nunca Dios había visto pecados más aburridos
Estoy convencido de que él no tiene pene
se lo gastó en la bicicleta
por eso el otro día dijo
'me acabo de inscribir a un curso de liderazgo'
por eso hace ejercicio
y sólo hace ejercicio
Mañana hará lo mismo
'Hola amoooor'
la campanita y la reacción condicionada
la rata se moja
el perro mueve la cola
y yo, la lagartija, me ofrezco al sol