Vuelta en U
Lenta metamorfosis social, aunada al continuo cambio del ambiente y la permanencia de las cosas, la tradición infinita e inexplicable, valores tan peculiares e incomprensibles.
El caliente pavimento me recuerda por que no puedo andar descalzo por estas calles, quisiera salir a regarlas con una manguera y tenderme una humeda alfombra de asfalto. Los coloridos paisajes se entremezclan con un olor a aceite y a llanta quemada que deja un rastro de humo y me da colores mas grises dentro de esa gran gama de verdes y rojos intensos, de carpas narnajas y banquetas amarillas.
Las gruesas pieles morenas se levantan a trabajar desde temprano, no importa temporada o dia de la semana, los menos golpeados por el sol se trasladan en autos alemanes a sus oficinas de maderas preciosas para controlar un estado sucio, de un pueblo que se han chingado por siglos pero que sigue rezando a los mismos altares en domingo como un pretexto para despues ver el fútbol e ingerir algo de alcohol y comidas altamente condimentadas para olvidar el resto de la semana. Asi somos, asi soy.
Parece que no he logrado dormir desde aquella noche blanca en un tren, parece que no he visto ni dejado de verlos, parece que nunca me fui y sin embargo me olvidaron, he sido un fantasma rondando ocasionalmente los cuartos que solía frecuentar, una imagen idealizada de mi me ha sustituido y es imposible alcanzarla. Corre velozmente y cuando me acerco rasguña mi rostro y deja cicatrices visibles pero internas.
Las llamadas queman el auricular con voces de cerdos pidiendo mas lodo en que revolcarse, muchos se convierten en cerdos, yo prefiero ser un perro en este momento, uno callejero, sucio y con cicatrices, las casas que guardan los pesos pintan, convierten y corrompen con una imagen limpia y pulcra, las dos caras de una moneda que ellos acuñaron se entreven de reojo al lanzarlas por un volado que siempre saldremos perdiendo. Aguila o sol, aqui, aunque caliente, ya no sale mas el sol.
Saludos