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Te regalaré un abismo, dijo ella,
pero de tan sutil manera que sólo lo percibirás
cuando hayan pasado muchos años
y estés lejos de México y de mí.
Cuando más lo necesites lo descubrirás,
y ése no será
el final feliz,
pero sí un instante de vacío y de felicidad.
Y tal vez entonces te acuerdes de mí,
aunque no mucho.
(fragmento de LOS BLUES TAOÍSTAS DEL HOSPITAL VALLE HEBRÓN)
Roberto Bolaño