miércoles, enero 19, 2011

No hay destino bueno entre nosotros

No hay destino bueno entre nosotros.
Sólo una esperanza:
que el hombre vuelva
sobre sus pasos turbios, que el pie recorra músculos arriba
su propio peroné,
su tibia horrenda;
que vuelva hacia aquel mono
que hoy se parece a él,
que vuelva a aquella cosa que él no era,
o bien, sucumba entero.

Eduardo Lizalde