jueves, julio 02, 2009

Pupilas de unos lentes perdidos

Una luz más de amanecer
en el tragaluz de la garganta
de un perro rabioso en el camino
Puebla - México.

Luz que adormece y despierta
el sombrío pasado
de todo lo que siempre pudo ser.

No te fíes al asumir
que ha sucedido lo que pasó
antes de irte a la cama
sin siquiera haber dormido.

Luz que recuerda al pavimento
dónde pusiste la cara
todavía de noche
en el momento que te dejó.

Compra una carnaza en el Wal-Mart
para roer y roer
lo que queda por digerir
que no es nada más que otra ilusión
de la luz que no dejas de tragar.

Al final en el brillo habrá un reflejo
del sueño intermitente
que cualquier película podría ser
con tal de ser recordado.

Ve la película
con la televisión apagada.

Pero siempre
olvida.

Pero siempre
duerme.

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