La realidad social, la real, la neta
es una camioneta
color negro y es bruma y es así. La realidad es una
S.U.V.
negra y polarizada, donde no se ve nada. Puras ganas
de mirar a través de sus ventanas
qué rostro tiene el mal. ganas de ver quién es
el criminal
tras los vidrios oscuros. Cuatro cristales duros
como rocas, cuatro espejos humeantes, cuatro Tezcatlipocas
protegiendo al que va en el interior. Ocultando al señor. (¿Cambiar
de parecer? Mis versos inseguros
también pudieron ser
sobre lentes oscuros.) Quieres ver hacia dentro, pero el humo lo ampara. Y no sabes quién es. Y te asomas y ves
tu propia cara. Y crees que este bailable es sobre ti, pero es de la S.U.V., autoelogio y error, y crees que en su interior
tú gozas y transitas. Malo de mentiras, escudado en el arte, te basta tu reflejo
para no preguntarte
quién va tras el espejo, para no interesarte, para desafiliarte, para hacerte pendejo.
— “Tezcatlipoca”, incluido en
Dioses del México antiguo. Coreografía cívica de Óscar de Pablo y Demián Flores.