“En estos tiempos, y vaya que son buenos, las
opciones se limitan a dos y sólo dos: ser un “báber” o ser un “paiki”.
La desición depende, en gran medida, de lo que el mundo espere de ti, y
también de lo que uno espere del mundo. Pasa lo mismo con el amor. Uno
se imagina una cosa pero normalmente termina encontrándose con otra. En
estos tiempos, y vaya que son buenos, los árabes derrumban las torres de
los gringos y puedes traer toda tu música en una cajita blanca que cabe
en tu bolsillo, pero el amor sigue siendo el mismo, la misma mentira
que alguien inventó para que la gente no se arrojara por la ventana. La
misma mierda de siempre. Dicen que lo malo del amor es que se trata de
un crimen del que no se puede prescindir de un cómplice.”
—
Ruy Xoconostle, La vida sin Pixie (Edición Redux).