sábado, marzo 27, 2010

Slave, coward and fearless

Sexus

pg. 228

How we hate to admit that we would like nothing better than to be the slave! Slave and master at the same time! For even in love the slave is always the master in disguise. The man who must conquer the woman, subjugate her, bend her to his will, form her according to his desires - is he not the slave of his slave? How easy it is, in this relationship, for the woman to upset the balance of power! The mere threat of self-dependence, on the woman's part, and the gallant despot is seized with vertigo. But if they are able to throw themselves at one another recklessly, concealing nothing, surrendering all, if they admit to one another their interdependence, do they not enjoy a great and unsuspected freedom? The man who admits to himself that he is a coward has made a step towards conquering his fear; but the man who frankly admits it to everyone, who asks that you recognize it in him and make allowance for it in dealing with him, is on the way to becoming a hero. Such a man is often surprised, when the crucial test comes, to find that he knows no fear. Having lost the fear of regarding himself as a coward he is one no longer; only the demonstration is needed to prove that metamorphosis. It is the same in love. The man who admits not only to himself, but to his fellow men, and even to the woman he adores, that he can be twisted around a woman's finger, that he is helpless where the other sex is concerned, usually discovers that he is the more powerful of the two. Nothing breaks a woman down more quickly than complete surrender. A woman is prepared to resist, to be laid siege to: she has been trained to behave that way. When she meets no resistance she fall headlong into the trap. To be able to give oneself wholly and completely is the greatest luxury that life affords. Real love only begins at this point of dissolution. The personal life is altogether based on dependence, mutual dependence. Society is the aggregate of persons all interdependent. There is another richer life beyond the pale of society. beyond the personal, but there is no knowing of it, no attainment possible, without first traversing the heights and depths of the personal jungle. To become the great lover, the magnetizer, the catalyzer, the blinding focus and inspiration of the world, one has first to experience the profound wisdom of being an utter fool. The man whose greatness of heart leads him to folly and ruin is to a woman irresistible. To the woman he loves, that is to say. As to those who ask merely to be loved, who seek only their own reflection in the mirror, no love, however great, will ever satisfy them. In a world so hungry for love it is no wonder that men and women are blinded by the glamour and glitter of their own reflected egos. No wonder that the revolver shot is the last summons. No wonder that the grinding wheels of the subway express, though they cut the body to pieces, fail to precipitate the elixir of love. In the egocentric prism the helpless victim is walled in by the very light which he refracts. The ego dies in its own glass cage...

Henry Miller

lunes, marzo 22, 2010



Qué patética la cara del turista, frente a todos esos monumentos icónicos, con una sonrisa obligatoria, abrazando al lugar común, posando igual de solo que cuando estaba sentado en el sillón de su casa, planeando su viaje, haciendo las reservaciones, tramitando el pasaporte, todo para conseguir esa foto que guarda con orgullo en un archivo digital, y al cual recurre de vez en vez creyendo que fue feliz. 

La buena foto: el turista solo en su habitación, frente a su computadora personal, viendo la foto.
Los parias de la necesidad


El beso como contrato de frialdad comercial
dos partes en convenio de satisfacer una necesidad básica
operada tal vez por una cogidita o 2 o 3 o más
como quien va por una cajita feliz
o un Big Mac
que sin importar los chorros de catsup y mostaza bajo los que se esconde
no es más que una hamburguesa
y papas y refresco grandes por 6 o 7 u 8 pesos más
eso y la panza llena por las próximas 2 o 3 o 4 horas

Y nada más
 
Luego el sopor de la indigestión, bochornos de niño gordo
el vacío del contrato firmado y seguido al pie de la letra
tomar el cambio y guardarlo en el bolsillo con indiferencia
con el mecanismo de un robot o una trabajadora de maquila
el orgasmo reducido al semen

No es el arte de una comida compleja
casi inalcanzable para la mayoría de nosotros, los parias de la necesidad
un plato que no necesita ni catsup ni mostaza ni nada
que no te ofrece 'go large' por una módica cantidad
no es un beso que es contrato sino expresión
arte cotidiano
nunca satisface pero conmueve
y vive para ser inconclusión en búsqueda de no serlo
Will E. Coyote tras el Correcaminos y su persecución eterna

Porque el arte es pero no siempre
el que no vive en galerías ni se registra ni es masivo
mucho menos comercial ni redituable
sin embargo es
entonces se justifica el respirar de nosotros, los parias de la necesidad
para sólo así dejar de serlos


martes, marzo 16, 2010

La creación colectiva como aparato que no destruye, que no se reproduce a imagen y semejanza, que no es divino sino animal, brutal y desmesurado. Especie que pare más que una matrushka grande. Creación colectiva accidental pero coordinada, deliberada y regulada, que muere con la hora de salida. Sin semejanza a sus fosas nasales ni a nada, la colaboración da vida con filtros de sensibilidad, que permean en medida de que se conmueven, y que entonces crean.

La creación colectiva como aparato que destruye se reduce a creación genital.
Meaningless border between memory and dreams
(or how to make a dog dance)

La memoria se reduce, en todo caso, a su capacidad de olvidar. A la posibilidad de ignorar, tergiversar y resumir la experiencia a la percepción de una caja con diminutos ojos.

[complacencias musicales, en el radio o en un bar]

El sueño es la memoria del futuro, la incubadora de deseos condenados al plan o a la frustración. El sueño también es la licuadora histórica, traumática.

- Ella se pone en cuclillas y ajusta la cinta de sus zapatos. El día es soleado.

La experiencia audiovisual no intermedia la memoria y el sueño: es memoria onírica.

- Una cartera esconde una foto de maquinita que nunca fue tomada, sin embargo permanece detrás de las tarjetas y el dinero.

El texto puede transgredir al texto y sólo un texto se autoemancipa. En las palabras susurradas hay un palpitar distinto.

- Ella ve desconcertada el semen que escurre sobre su vientre. Pero en el fondo hay música y ella tararea a sus adentros, mueve la cabeza al ritmo.

- Un pequeño niño, soy yo - Un espejo grande / el pequeño niño -

Si escribiéramos de derecha a izquierda no embarraría la tinta. En el espejo los zurdos son mayoría, las páginas deben ser igual de blancas y cuadriculadas.

El sueño otra vez: intercambio correspondencia con un habitante del espejo, yo soy un pirata y leo en mi camarote. La carta es borrosa pero pregunta sobre cómo paso mis días en altamar.

- No hay barco ni piratas, sólo un buzo perdido en la profundidad, en las penumbras del mar, con temor a la obscuridad.

{ una pared de ladrillos rojos, barnizados. un aula o tal vez el marco de una ventana. una fiesta seguramente. una pantalla. otra pantalla. otra pantalla. yo. }