lunes, mayo 01, 2006

Llueve

Cholula está mojado. Es imposible disfrutar de una de las cosas más placenteras del mundo, que es disfrutar en un domingo del panorama imponente que nos ofrece Don Goyo y la doncella que lo acompaña.

Generalmente disfruto de los días lluviosos, un buen té o café, un cigarrillo en la terraza, algo de Jazz o de Folk y sobre todo buena compañía. Esto lo digo por que hoy fue una mala combinación, es domingo, llueve a cantaros, estoy un poco cansado, la casa no está muy limpia que digamos y yo estoy solo. Tal vez esa combinación sin uno de sus elementos no sería lo mismo, pero la conjugación lo convierte en un día gris.

No tiendo a la depresión y usualmente me refugio en una buena película cuando esto llega a suceder, es un buen cobijo el séptimo arte. Pero hoy ni siquiera tengo ganas de ver una película, tengo que leer lecturas que no quiero hacer, el trabajo me frustra, ya que ni siquiera tengo acumulado lo que ya debería haber avanzado.

Sin embargo no estoy triste, me gustaría estar acompañado de una bella dama, tal vez acostado en una hamaca con un Corona al lado (disfruto de sobre manera la Corona). Pero no hay tal, ni siquiera una amiga a la que pueda acceder en este momento a pedirle que me acompañe para hacer “nada”. Creo que las relaciones llegan al mayor punto de madurez cuando dos personas o más pueden hacer nada, cuando no necesitan de un pretexto para estar juntos, como una mesa de un café, la sala de un cine, una cerveza o una actividad secundaria para obviar la necesidad de compañía.

Tengo varias relaciones de ese tipo, las cuales me enorgullecen, pero ninguna esta a por lo menos 100kms a la redonda, no vale la pena viajar tanto para hacer nada. ¿O sí?

La lluvia continúa, empieza a invadirme por debajo de la puerta de aquella terraza que quisiera visitar, prendo otro cigarro y es hora de ponerme a trabajar, creo que publiaré algo más tarde.

Saludos